La última semana de julio de 2009 llevamos a cabo en Gijón un taller para niños sobre Open Street Map, el mapa libre del mundo que, al igual que la Wikipedia, está creado y actualizado por usuarios voluntarios.
El taller era una de las acciones finales del proyecto de investigación sobre el uso de los mapas por los movimientos sociales e iniciativas ciudadanas que continuaba en Asturias al de Situation Room y a una larga serie de proyectos de cartografías críticas producidas en los últimos años en Sevilla, Málaga,Barcelona o el territorio geopolítico del Estrecho de Gibraltar. En el contexto de este proyecto de investigación organizamos durante el verano de 2009 elI Encuentro Internacional de Cartografía Ciudadana, en el que OSM fue uno de los contenidos destacados.
Con el título Mapping Party: La aventura de los mapas, el taller se desarrolló durante el campamento de verano de LABoral Centro de Arte y Creación Industrial y participaron 20 niños de entre 6 y 9 años. El objetivo del taller era transmitir nociones básicas sobre el arte actual de la cartografía con medios digitales, y llevar a cabo un ejercicio práctico de “mapeo” de la zona de reciente transformación urbanística alrededor de la Ciudad de la Cultura de Gijóndonde transcurriría el taller.
El taller lo habíamos concebido inicialmente para preadolescentes y nos preocupaba que su contenido fuera demasiado abstracto o geek para niños de 6 y 7 años -por ejemplo, las representaciones en alzado y planta-. En contrapartida sospechábamos que los peques estaban familiarizados con la tecnología degeolocalización presente en muchos juegos y contenidos audiovisuales que consumen cada día, con lo que un acercamiento crítico a su uso, bondades y aspectos oscuros sería en cualquier caso interesante para ellos/as. Por requerimientos externos el taller tenía que ser muy comprimido -tres sesiones de 1h en días consecutivos-, con lo que teníamos que elegir muy bien que contenidos priorizar.
Día 1: Mapas y responsabilidad social
Del mapa en papel al digital
Comenzamos el taller en un aula de LABoral analizando comparativamente una fotografía aérea –la de la ciudad de Gijón– y la representación de esta misma porción de territorio en Open Street Map. ¿Qué diferencias hay entre las dos? ¿Qué son los mapas? ¿Cómo se “dibujan”? ¿Qué herramientas se emplean para ello? A la pregunta de como y desde donde se hacen las fotos que se utilizan para hacer los mapas los niños respondieron en una rápida secuencia: desde un helicóptero, desde un avión, desde el cielo, desde un satélite… En la siguiente explicación queríamos que se percataran de la escala y de la capa del espacio donde operan los satélites artificiales. Para ello, como si de una secuencia de la película de los Eames “Potencia de 10” se tratara, hicimos un alejamiento con Google Earth desde la visión aérea del edificio donde nos encontrábamos, zooming out progresivamente a la visión de la Tierra desde el espacio. Con la aplicación Celestia les mostramos cuales, de entre los cientos de satélites que hay, se emplean para revelar nuestras coordenadas geográficas. Son los satélites del sistema de posicionamiento global, 32 en total, que orbitan a 20.200 kilómetros de altura sincronizados para que seis de ellos sean visibles desde cualquier punto de la tierra. Les mostramos el tamaño real de un satélite en relación a una persona. A continuación explicamos como funcionan los dispositivos portátiles que se comunican con estos satélites. Les enseñamos en que consiste la triangulacióny los datos que proporciona el GPS (latitud y longitud, altura, velocidad, orientación), y el uso que le da la comunidad de “mapeadores”: moviéndose y registrando su huella o “traza” que luego se carga en el ordenador y sobre la que se dibuja una carretera o calle sobre el mapa. Entonces fue cuando les empezamos a introducir en el proyecto Open Street Map, un fenómeno colectivo realizado por miles de personas en todo el mundo para crear un mapa callejero de toda la superficie terrestre posible. Hicimos especial incapié en su espíritu colaborativo y de responsabilidad individual, así como también en la disponibilidad abierta y libre a través de la Red de sus mapas y datos en bruto. Para explicarles de una manera visual los resultados del trabajo de estos voluntarios les mostramos el video A year of edits, una animación de los progresos del proyecto durante el año 2008.
Descripción de la actividad
Generalmente las actividades didácticas de GPS con niños consisten en juegos del tipo “la búsqueda del tesoro” conocidos como geocaching, o de dibujo con gps. En nuestro caso, debido al cariz del proyecto de investigación que veníamos desarrollando -sobre la producción social de conocimiento sobre cartografía en la esfera digital-, planteamos directamente el ejercicio sobre la plataforma OSM y el estado actual del mapa de Gijón. Cuando estábamos buscando la zona donde llevar a cabo el trabajo de campo, nos encontramos con que el mapa de los alrededores de la Ciudad de la Cultura estaba desactualizado: no aparecía la nueva vía de acceso por el oeste, continuación de la Avenida Albert Einstein. Les mostramos a los niños la foto y el mapa de esa zona en Open Street Map, y en un ejercicio de responsabilidad ciudadana les propusimos trazar las calles que faltan y actualizar el mapa. Para ello el plan era salir caminando desde LABoral Centro de Arte y registrar nuestro recorrido con los dispositivos GPS, y la información geográfica recogida la volcaríamos directamente a OSM para ser utilizada libremente por cualquier persona. Los alumnos del taller podrían convertirse en los editores más jóvenes de Open Street Map de los que tenemos noticias. Descargar la ficha de la actividad
Día 2: Trabajo de campo
Comenzamos el día organizándonos en cuatro equipos, uno por cada dispositivo GPS con los que contábamos: tres teléfonos inteligentes con sistema operativo Android (dos de ellos prestados por un artista y programador de Oviedo) y un Garmin eTrex Legend (envíado desde Burgos por un compañero de OSM vía la lista de correo del proyecto). En los teléfonos instalamos la aplicación de dominio público gps logger que permite grabar las trazas en .GPX, formato de intercambio de datos GPS (el formato ligero de datos XML para intercambio entre aplicaciones y servicios web de Internet que emplea OSM). Se trataba no sólo de caminar la calle no representada en el mapa y registrar su huella, sino también sus características: el ancho de la vía, el número de carriles, las glorietas: OSM es básicamente un callejero. Para ello cada equipo de cuatro-cinco niños llevaría una camara de fotos, dos cuadernos de notas y lápices. Marina, una compañera de Barcelona que venía de hacer un taller sobre cartografía con niños en Campo de Caso -en los valles montañosos de Asturias-, nos ayudaría con la documentación. Ya saliendo del edificio los niños se iban fijando en que la pantalla del gps se empezaba a iluminar: conectando 4, 5, 6, 7, 8, 9 satélites. Durante el paseo, instamos a los grupos a anotar cualquier dato que consideraran importante -latitud, longitud, dirección, altura- así como a realizar fotografías de los nombres de las calles, tipos de pavimento, alrededores, etcetera. Esto devino en un debate interesante sobre qué datos son importantes y cuales no a la hora de representar la realidad en un mapa callejero. Por falta de tiempo no se completó la totalidad de la via, que fue recorrida por nosotros más tarde en bicicleta para completar la traza. Al llegar de nuevo al aula, se les dejó tiempo para que pusieran sus datos en común y repasaran mentalmente lo que habian hecho, asi como para introducir la agenda para el tercer día.
Día 3: Devenir cartógrafo/a
Comenzamos la última sesión del taller enseñando el funcionamiento JOSM, el editor de OSM, un software muy robusto pero sin un diseño especialmente adaptado para niños. Nos descargamos los datos geográficos de la zona correspondiente de Gijón y abrimos en distinto color las trazas de los cuatro equipos. Algunas tenían varios tramos separados ya que apagaron y encendieron el GPS en varios momentos durante el recorrido. Ahí descubrimos una vez más que es con los errores como se aprende y cuando el conocimiento se fija: con un trazado continuo no hubiera quedado tan claro a los chavales el funcionamiento y la precisión de la tecnología. En otras partes del recorrido donde la traza zigzagueaba hacia adelante y hacia atrás concluimos que fueron los momentos donde ¡una avispa se acercó a inspeccionar al grupo y lo hizo retroceder unos metros! El mapa con las calles añadidas ya había sido editado previamente por nosotros el día anterior y renderizado con OSMarender, la herramienta para generar imágenes vectoriales con los datos de OSM. Con la aplicación walking-papers lo habíamos preparado para impresión e imprimido una copia en A4 para cada niño. Les contamos a los chavales como en Haiti, después del terremoto, voluntarios de Open Street Map con la misma metodología que estábamos aprendiendo en el taller habían trazado desde cero los mapas que se estaban utilizando para organizar la ayuda humanitaria. Quisimos acabar el taller con un debate final sobre la tecnología y contra el tecnodeterminismo, ya que no queríamos que se fueran a casa con la idea que la geolocalización es benigna por si misma, en cualquier contexto o circunstancias. ¿Sobrevivirá el juego del escondite a la propagación de los chips gps y Rfidpor doquier? ¿Es bueno estar permanentemente “trackeados” por los satélites? Una de las respuestas de los niños a esta segunda pregunta -“no, porque nos pueden matar”- despertó la alarma de la monitora. Sin embargo, el niño que la hizo no iba tan desencaminado si recordamos el asesinato del líder checheno Dudajev en 1996. Un momento divertido se produjo cuando los niños preguntaron que país había lanzado el primer satélite artificial: los nombres del Sputnik y la Unión Soviética les resultaron totalmente desconocidos, pero no así la perra Laika.
Evaluación
La valoración del taller ha sido muy positiva. Pensamos que los objetivos iniciales de introducción a la cartografía digital y aproximación crítica a las tecnologías de geolocalización se han cumplido satisfactoriamente. Al igual que pasa con el software libre, Open Street Map es muy útil en términos educativos. Nos hemos quedado gratamente sorprendidos por el feedback y la capacidad de aprendizaje de nuestros jóvenes cartógrafos, así como la muy buena dinámica de grupo que había entre ellxs. Si bien OSM es un proyecto con una cierta barrera de género -hay muy pocas chicas participando-, en el taller no observamos ninguna diferencia en el interés mostrado en la actividad por niños y niñas, y fueron algunas de ellas las que nos pidieron que la actividad se repitiera el año que viene. Por nuestra parte también nos quedamos con ganas de repetir, quizás en algunas de las zonas de Asturias aun no trazadas en Open Street Map, o en otras vías y caminos del mundo.